El optimismo no es percibir el mundo de color de rosa, ni un estado fortuito de aceptar la realidad, es una mirada centrada en los aspectos positivos disponibles en cualquier situación. Solemos negar ciertos aspectos de la realidad o bien interpretarla como peligrosa. En este sentido es importante para nuestra salud emocional, social y psicológica, tener integrados y disponibles todos los puntos de vista posibles.

Pasamos la vida tomando decisiones. Las múltiples perspectivas nos aportan juego, riqueza y soluciones diversas para adaptarnos a las circunstancias siempre cambiantes y a los distintos escenarios que la vida nos ofrece. La motivación es un estado interno, que activa, dirige y mantiene nuestra conducta hacia metas o fines determinados. Es el impulso que nos mueven a realizar determinadas acciones y persistir en ellas. Hablemos de cómo motivarte y cultivar el optimismo.

Aceptar la existencia de múltiples perspectivas nos da flexibilidad, nos permite elegir uno u otro lado según las circunstancias

CÓMO MOTIVARTE Y CULTIVAR EL OPTIMISMO

La palabra optimismo fue usada por primera vez por el filósofo alemán G. W. Leibniz (1710), según la cual el mundo en el que vivimos es el mejor de los mundos posibles. Movimientos como el Renacimiento y la Ilustración, fueron identificados como optimistas, llenos de fe en el hombre y en sus posibilidades.

¡El optimismo es una elección!

La realidad tiene tantas caras como queramos ponerle, no es fácil pero se podemos impedir que sentimientos negativos o catastróficos sobre un futuro incierto y desconocido, se adueñen de nosotros y dirijan nuestra vida. En la medida en que nos identificamos con unas u otras, percibimos la misma realidad de forma distinta. Elegir al miedo ante cualquier cambio o nueva situación, supone aceptar que la incertidumbre es igual a peligro, cuando en realidad es tan sólo, un lugar desconocido, sin referencias, pero no por ello malo. 

El optimismo no trata de negar la realidad sino de generar confianza y cultivar la creencia de que todo puede mejorar. Es una posición vital, tal vez mera supervivencia o una cuestión ética. Si asumes que las cosas no pueden mejorar te estás negando la posibilidad de evolucionar, crecer, cambiar y disfrutar, tanto a ti como a los demás, a las personas que amas, con las que te relacionas.Mira al mundo con la intención y la esperanza de hacer de él un lugar mejor.

¡El optimismo se contagia!

En otro post anterior te contaba cómo decirle a tu jefe que no estás motivado. Hoy te acerco 12 claves y un plan de acción para saber cómo motivarte y cultivar el optimismo.

12 CLAVES PARA MOTIVARTE: 

1. Ponte metas y retos alcanzables. Tener objetivos aumenta tu productividad, te aporta foco, sentido y satisfacción.
   
2. Celebra tus logros. Por pequeños e insignificantes que parezcan, son indicadores de progreso y superación.
3. Reconoce y satisface tus necesidades. Eres la persona más importante de tu mundo. Una verdad que solemos olvidar.
4. No te quejes. A veces nos frustramos, culpamos y nos quejamos de todo. La queja es un desahogo tóxico. Encuentra una mejor manera de drenar y encontrar lo positivo en cada situación.
5. Acepta la responsabilidad de sus actos. Todos llevamos mochilas propias, no traslades a otras personas el peso de tus decisiones o estado de ánimo.
6. Disfruta. Educa y perfecciona tu capacidad de goce y disfrute. Desarrolla el gusto por el juego y la travesura. Siente el niño / niña que pervive en tí.
7. La vida es cambio. No es una foto fija ni existe una única realidad. Se flexible. Encuentra oportunidades donde otros ven sólo problemas.
8. Establece límites contigo mismo y con los demás. Atrévete a ser valiente. Será mucho más fácil relacionarse contigo.
9. Practica la gratitud. Cultiva la cortesía, el amor y la cordialidad. Comparte tu optimismo con los demás. La generosidad nos amplifica. Es alegría para el otro y para el alma propia.
10. No te compares con otras personas.  Recuerda que las comparaciones son odiosas e injustas. Sé amable, contigo.
11. Decide ser feliz. De forma consciente, sin excusas. Porque sí. Por obligación. Por respeto a ti.
12. Celebra las pequeñas cosas. Hay alegría en cada pequeño detalle, un día soleado, tu canción favorita, el aroma de las flores, llegar a casa y que tu perro te reciba. Un buen postre, charlar con amigos.

El optimismo es desarrollar comportamientos que generen oportunidades

En los talleres que imparto en este área suelo recordar que no hay emociones negativas ni positivas, todas son lícitas y buenas, son información potente y valiosa. Es obvio que nos resulta más agradable sentir coraje a miedo, alegría a tristeza, seguridad a incertidumbre. Si las clasificamos como negativas o positivas, tal vez sea porque nos quedamos en la superficie sin acceder a su poderoso mensaje.

Ser optimista no es incompatible con sentir unas u otras emociones, quizás con evitar su sesgo y la resignación. La actitud negativa nos juega malas pasadas, distorsiona los hechos y nos lleva a vivir en el temor. Al centraros sólo lo negativo de una situación, somos reactivos, adelantamos acontecimientos improbables, interpretamos las intenciones de los demás sin ninguna base real, nos sentimos culpables. Miramos al pasado con melancolía fantaseando con aquello que podía haber sido y no fue. 

Tener una actitud positiva no es tarea fácil. Hay que aprender a hacer a un lado los pensamientos negativos, que son una visión sesgada de la realidad. Además, con una actitud favorable y flexible es mucho más probable que las cosas se resuelvan. Mi mirada de coach es práctica, pragmática y enfocada al cambio. Sin acción no hay cambio. No hay verdades absolutas. 

Para cultivar tu optimismo y motivarte, te propongo un plan de acción y mejora continua con 4 claves.

4 PASOS PARA CULTIVAR EL OPTIMISMO

1º.- Creencia:  Asume que la vida depende del color que eliges verla.

2º.- Confianza: Confía en ti de otro modo ¿Cómo vas a poder confiar en los demás? 

3º.- Actitud de cambio: Incorpora nuevos patrones de comportamiento. 

4º.- Acción: No basta con buenas intenciones. ¡Somos lo que hacemos!

"Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, 

nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.”

-Viktor Frankl-

Viktor Frankl en su libro “El hombre en busca de sentido” plantea la necesidad del cambio interno cuando la capacidad de actuar sobre la situación externa nos resulta inaccesible.

Modificar nuestras creencias, o paradigmas dominantes, confiar en nuestras capacidades, nos conecta con nuestro yo, nos impulsa hacia un lugar mejor.  “Be water my friend” decía Bruce Lee.

Considera el optimismo como una obligación ética, una actitud que eliges tú y solo depende de ti.

Ser optimista es invertir en felicidad.

¿Juegas para no perder o juegas ganar? ¡Tú decides!

¡Que tengas un día genial!