Que el liderazgo está cambiando es un hecho, especialmente en los sectores tecnológicos y en los impulsados por la imprevisibilidad y los avances de la inteligencia artificial (IA). Sabemos que la comunicación y el liderazgo son el talón de aquiles de todas las organizaciones. La capacidad de preguntar es un músculo que se entrena.  Hoy te invito a «revolucionar» tu liderazgo a través de preguntas estratégicas y poderosas, una habilidad que te permitirá liderar equipos, explorar ideas y generar soluciones que de otro modo no se habrían considerado. Veamos cómo pregunta un líder.

En el mundo empresarial de hoy, complejo, competitivo, cambiante, el liderazgo no es cuestión de autoridad, en la era de innovación constante, los líderes más efectivos no son aquellos que imponen soluciones, sino quienes mantienen a raya su ego, cuestionan la información vertical, fomentan la horizontal, piden y ofrecen feedback.

Las preguntas no surgen espontáneamente, requieren un esfuerzo consciente, pueden ir incluso, en contra de tus hábitos, sin embargo no debes dejarlas de hacer. Fomentar un entorno de creatividad, curiosidad y eficiencia es tarea del líder, si lo eres o si aspiras serlo. La importancia de las preguntas supera la necesidad de tener todas las respuestas.

No es tan fácil, por dos razones, en primer lugar, es posible que tu experiencia te lo impida, tus éxitos profesionales y tu profunda experiencia pueden haber sesgado tu enfoque en la resolución de problemas; en segundo lugar, el flujo y la diversidad de preguntas pueden ser difícil de procesar en tiempo real, especialmente en medio de intercambios acalorados. A menudo, uno no se da cuenta hasta que se da de bruces con la realidad y considera que han faltado opciones que nunca se plantearon.

«Como líder, no tienes todas las respuestas; tu equipo si las tiene».
-JANE FRASER. CEO de Citi

La experiencia previa nos condiciona y sustituye a la falta de reflexión. Cambiemos la perspectiva y el enfoque: de afirmar a preguntar.

La investigación en que se basa este artículo revela que las preguntas estratégicas pueden agruparse en cinco ámbitos: investigativo, especulativo, productivo, interpretativo y subjetivo. Cada una de ellas aporta diferentes aspectos del proceso de toma de decisiones. Juntas te ayudarán a abordar cuestiones clave que habitualmente se pasan por alto.

5 tipos de preguntas estratégicas: 

1. Investigativas (¿Qué sabemos?): Las preguntas de investigación profundizan para generar información no evidente. El error más común es no profundizar lo suficiente. Cuestiones que invitan a la regresión, ahondan en los hechos, identifican las causas, incluso evalúan la evidencia disponible. Por ejemplo, el método de los «cinco porqués» utilizado por Toyota y utilizado en el desing thinking.
2. Especulativas (¿Qué pasaría si…?): Están diseñadas para explorar posibilidades y romper suposiciones, son esenciales para la innovación.
3. Productivas (¿Qué hacemos ahora?): Se enfocan en la acción, evaluan recursos, capacidades y pasos necesarios para avanzar. Ignorar este tipo de preguntas puede llevar a sobrecargar equipos o proyectos.
4. Interpretativas (¿Qué significa esto?): Ayudan a sintetizar la información y a redefinir el problema. Este tipo de preguntas son cruciales para convertir análisis en ideas accionables.
5. Subjetivas (¿Qué no se dice?): Exploran emociones, tensiones y agendas ocultas que pueden afectar las decisiones. Ignorar estas preguntas puede generar resistencias o desconexión en los equipos.

Ejemplos de preguntas estratégicas: 

1. Investigación
– ¿Qué ha ocurrido?
– ¿Qué funciona y qué no funciona?
– ¿Cuáles son las causas del problema?
– ¿Hasta qué punto es factible y deseable cada opción?
– ¿Qué pruebas respaldan el plan propuesto?

2. Especulación
– ¿Qué otros escenarios podrían existir?
– ¿Podríamos hacerlo de otra manera?
– ¿Qué más podríamos proponer?
– ¿Qué podemos simplificar, combinar, modificar, invertir o eliminar?
– ¿Qué soluciones potenciales no hemos considerado?

3. Productivas
– ¿Cuál es el siguiente paso?
– ¿Qué tenemos que conseguir antes de darlo?
– ¿Tenemos los recursos para seguir adelante?
– ¿Sabemos lo suficiente para proceder?
– ¿Estamos preparados para decidir?

4. Interpretativas
– ¿Qué hemos aprendido de esta nueva información?
– ¿Qué significa para nuestras acciones presentes y futuras?
– ¿Cuál debería ser nuestro objetivo general?
– ¿Cómo encaja esto con ese objetivo?
– ¿Qué intentamos conseguir?

5. Subjetivas
– ¿Cómo te sientes realmente acerca de esta decisión?
– ¿Hay diferencias entre lo que se dijo, lo que se oyó y lo que se quiso decir?
– ¿Hemos consultado a las personas adecuadas?
– ¿Están todas las partes interesadas realmente de acuerdo?

Ten en cuenta los cinco tipos de preguntas descritas y con ello identifica los puntos fuertes y débiles respecto a tu estilo, la consciencia es el primer paso, el siguiente ponerte a practicar para cubrir tus áreas críticas.

¿Cuál es tu estilo interrogativo?

Todas las personas tenemos sesgos y por ello la tendencia a utilizar solo preguntas alineadas con tu experiencia y fortalezas, lo cual hará que desatiendas otras áreas. Te propongo además que evalues tu estilo interrogativo para detectar desequilibrios de tu enfoque.

Los líderes deben vigilar especialmente la complacencia a superiores, la autoridad a rangos inferiores, cierta terquedad, los rendimientos decrecientes o evitar temas delicados que fomentan una armonía artificial. 

Para corregir este sesgo te recomiendo:

• Adopta la mentalidad del explorador: saca a la luz información, ideas y opciones que de otro modo podrías haber pasado por alto.
• Ampliar el repertorio de preguntas: Probar nuevos enfoques en situaciones de bajo riesgo para desarrollar nuevas habilidades.
• Ajustar el énfasis: Cambiar el foco de las preguntas según las necesidades del contexto o la organización.
• Delegar preguntas: Involucrar a otros miembros del equipo para complementar áreas donde el líder no es fuerte.

Fomenta la cultura de la curiosidad

El objetivo final es desarrollar el músculo del debate, evitar la condescencia, establecer un entorno donde la curiosidad sea el motor, animar a tus equipos a contribuir con ideas y con preguntas, fomentar el tipo de cultura que refuerce la colaboración, la cooperación, la inteligencia colectiva y la toma de decisiones. Liderar no va de vencer ni de convencer, va de inspirar, motivar, colaborar, solucionar y crear.

El liderazgo significa hacer realidad lo que de otro modo no sucedería»
-SUMANTRA GHOSHAL. Académica y pensadora empresarial

Resumen: 

El liderazgo relevante fomenta espacios donde todos los participantes están comprometidos, son proactivos, formulan y responden preguntas de manera natural.

El liderazgo moderno transforma la curiosidad en herramienta clave de colaboración para la innovación.

El liderazgo estratégico asume no tener todas las respuestas y confiar en el poder de las preguntas.

Ser líder de hoy supone asumir la importancia de la escucha, la curiosidad, el aprendizaje y la humildad, cualidades fundamentales para fomentar un entorno de aprendizaje continuo y colaboración, tomar decisiones más inteligentes, evitar errores críticos y aprovechar la inteligencia colectiva de la organización.

Fuente: The Art of Asking Smarter Questions

Imagenes: Pete Alexopoulos y Gary Butterfield de unsplash

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